Crónica del último adiós a Armando Maradona

Ayer hubo una conmoción mundial. Los medios de prensa del planeta entero confirmaban la noticia de la muerte del futbolista más grande de todos los tiempos, Diego Armando Maradona había muerto tras sufrir un paro cardio respiratorio.
El mejor jugador de la historia de futbol nació el 30 de octubre de 1960 en Lanús, Argentina. En una votación oficial de la FIFA el histórico 10 de la selección argentina fue elegido como el mejor jugador del siglo. La trayectoria de este futbolista, nacido en Villa Fiorito, comienza con el equipo Cebollitas de las inferiores del Argentino Juniors. 10 días antes de cumplir 16 años, en 1976, debutó en el primer equipo en un compromiso que lo perdió ante Talleres 1-0. Desde esa fecha, 10 equipos han tenido en sus filas, como futbolista profesional y como entrenador, a uno de los mejores jugadores de la historia.
LA MARCA DE REYNA


Para algunos, se trata del “manual” de la marca personal. Un ejemplo. Para otros, sencillamente, el antifútbol en todas sus formas. Topetazos, agarrones, alguna patada en los tobillos y una persecución personal nunca vista antes dentro del campo de juego marcó el partido que Perú y Argentina jugaron el 23 de junio de 1985 en Lima, por las Eliminatorias Sudamericanas.
Se trata de un partido que entró en la historia y no precisamente por el buen juego, por los goles o por las atajadas de los arqueros. El choque quedó para el recuerdo por la insólita marca personal que Luis Reyna le hizo a Diego Armando Maradona.
Reyna siguió a Maradona todo el partido. De comienzo a fin. Pero no sólo cuando la pelota estaba en juego. Le hizo marcación personal hasta cuando el propio arquero de Perú tenía la pelota en su poder… Algo jamás visto. Directamente, se desentendió del partido y se concentró en su objetivo: que el 10 argentino no tocara el balón.
Podría decirse que el planteo del entrenador Roberto Challe dio sus frutos. Perú se puso en ventaja a los ocho minutos con gol de Juan Carlos Oblitas y se quedó con un triunfo que fue clave para mantener las aspiraciones de llegar al Mundial de 1986. Maradona tocó poco y nada el balón, jugó incómodo todo el partido, fastidiado por el asedio constante. Y el equipo de Carlos Salvador Bilardo, dependiente del 10, también.
Todos sabemos quién era Maradona. En ese momento, 1985, ya era considerado el mejor futbolista de la época, pero faltaban todavía sus momentos más recordados dentro del fútbol. El Mundial 86, un año más tarde, lo vería en su esplendor.
Pero, ¿quién era Luis Reyna? Un discreto volante de marca que llevó a cabo toda su carrera en tierras peruanas. Primero en Sporting de Cristal y luego en Universitario de Deportes, clubes con los que consiguió cinco títulos. También, disputó el Mundial de 1982.
“ “No fue algo que me gustó hacer, pero era necesario para el equipo. Fue un trabajo sucio, cada vez que el árbitro giraba yo trataba de agarrarlo, de molestarlo…”, señaló Reyna. En más de una ocasión, el jugador optó por no volver a hablar de ese partido, como si con el paso del tiempo lo incomodara que su carrera fuese recordada solamente por destruir el juego del mejor del mundo.
Dicen que en la charla técnica previa al partido el entrenador peruano dijo: “Hoy salimos a ganar. Somos 10 contra 10. Ni Maradona ni Reyna juegan”. Así fue.
Maradona tiene fresco el recuerdo de ese choque tan especial. “Sabíamos en ese momento que se venían dos partidos duros contra Perú, primero en Lima y después en Buenos Aires. No recuerdo haber sufrido tanto en una cancha como en esos partidos. En el primero soporté la marca de Reyna, todo el mundo se acuerda. Fue tremendo. Me persiguió todo el tiempo, no me dejó respirar”.
Una anécdota contada por el propio Diego, ya pasados varios años de ese encuentro, muestra con humor lo que significó ese partido: “¡Me siguió hasta La Habana este tipo! Cuando estuve viviendo allá desde Perú me mandaron una pelota como regalo y estaba la firma de él”.
Reyna metió un cabezazo de forma casi instintiva, con la intención de alejar el balón del argentino. Pero la pelota cayó en los pies de Franco Navarro, quien armó una gran jugada para que luego de dos tapadas de Fillol, Oblitas pusiera el 1 a 0 que sería el marcador final.
EL “MAESTRITO” SOLANO


Nolberto Solano, agradecido a la vida de haber jugado junto a Diego Armando Maradona en Boca Juniors.
Nolberto Solano dio una entrevista a ESPN y recordó su pasó por Boca Juniors, donde coincidió con Diego Armando Maradona. El ‘Ñol’ agradeciò al destino y al fútbol el haber jugado al lado de su ídolo máximo.
“Doy gracias al fútbol, gracias a la vida. Mi ídolo máximo en esa época. Pensé cruzarlo en algún momento, tomarme una foto, pero nunca imaginé tenerlo de compañero de equipo. Él decide ese año volver a Boca Juniors, jugar al fútbol, fue algo impresionante para mí”, dijo el exvolante de la Selección peruana.
Asimismo, Nolberto Solano relató cómo nació el apodo de ‘Maestrito’, el mismo que fue una cortesía del ‘Pelusa’, quien quedó impresionado por su técnica para patear los balones parados.
“En la previa a mi debut ensayamos tiros libres y él quedó muy impresionado con mi técnica. Después del partido en la conferencia hicieron una pregunta y él dijo ‘estamos al lado de un maestrito’. Esa fue una patadita de bendición”, agregó.
Finalmente, “Es un personaje, es un tipo que todo lo que siente lo dice, no hay filtro.
HINCHA DE BOYS
Recordado también por lo hecho en un terreno de fútbol, donde destacó ampliamente con Argentina, el campeón en México 1986 tuvo un paso por el Perú. Sí. En aquella oportunidad Maradona posó y vistió la camiseta del Sport Boys del Callao, encontrándose con Julio Meléndez, uno de los ídolos peruanos en tienda ‘xeneize’.
“Un saludo para los del Boys. Quieran a Julio Meléndez que fue el mejor 2 del mundo”, dijo en aquel pasaje en suelo nacional Maradona con la ‘piel rosada’ puesta.
LA MANO DE DIOS …
Tiene frases que reforzaban su aura de personaje gigantesco. Solo él pudo convertir un gol tramposo en una frase popular para la eternidad de los tiempos. La mano de Dios. A Inglaterra, nada menos. Lo que ocurre es que un rato después compensó la trampa con una genialidad inigualada. El gol de los infinitos regates, al archienemigo británico. “¿De qué planeta viniste, barrillete cósmico?”, se preguntó el narrador de la radio argentina sobre el evento en cuestión.
Dejó muchos goles significativos en su carrera, pero ninguno supera el de los regates a Inglaterra en el Mundial de México. Eso es insuperable. El gol del siglo. Pero hay muchísimos de una factura bellísima en su currículum.
En el mismo Mundial, hay que ver el que metió a Bélgica en semifinales de México 86. El que marcó en Belgrado con el Barça en un 2-4 al Estrella Roja, picando el balón con una habilidad y astucia tremendas. También con el Barça, el regate a pie de poste a Juan José en el Bernabéu ante el Madrid. Su último gol en un Mundial, a Grecia, en EEUU, justo antes de palmar por dopaje.
Pero Maradona tenía una habilidad innata que obligaba a quedarse boquiabierto. Cuántos seguidores del Barça iban al Camp Nou una hora antes de cada partido solo para ver sus mejores trucos con el balón…
MEXICO ‘86 ENCUMBRA A MARADONA
La vida de Maradona da para un sinfín de historias, anécdotas y recuerdos dignos de forjar la leyenda del que para muchos es el mejor jugador de la historia y para otros sencillamente es Dios vestido de futbolista. Pero sin ninguna duda ningún episodio de su vida tuvo más peso para escribir su legado que lo que sucedió en México en el año 1986.
El país azteca se convertía en el primero en repetir como sede de un Mundial después del rechazo de Colombia tres años antes por problemas a la hora de organizar la cita donde se reunían las 24 selecciones más importantes del fútbol. Entre ellas aparecía una Argentina que no estaba en las quinielas para el triunfo final, pero que tenía un Maradona llamado a entrar en la historia.
La de México era la segunda cita mundialista para un Maradona de 25 años que lideraba un «equipo mediocre», como él ha reconocido posteriormente, pero que, con la fuerza del grupo, la magia de su zurda y la ‘mano de Dios’ logró levantar la copa el 29 de junio en el estadio Azteca tras vencer a Alemania por 3-2.
Sin embargo, el episodio más recordado de aquel Mundial no fue la final, sino el partido de cuartos que enfrentó a la albiceleste con la Inglaterra de Gary Lineker. Fue allí donde anotó sus goles más famosos: la ‘mano de Dios’ y el mejor de la historia de los mundiales tras deshacerse de todos los defensores que se cruzaban a su paso y batir a Shilton. Todo lo que rodea a esa jugada es historia del fútbol, hasta la narración de Víctor Hugo Morales y su «¡siempre Maradona!».
Otro doblete del ’10’ ante Bélgica llevó a Argentina a la final para rematar la historia y comenzar a escribir una religión que derivó en la creación de la Iglesia Maradoniana, que lo considera su dios. México presenció en nacimiento de una leyenda. Maradona ganó un Mundial él solo.
Maradona, un líder que hizo historia en México
Diego Armando Maradona entró en México siendo una estrella mundial con varias cuentas pendientes y salió del país con la categoría de leyenda. Porque además de deleitar sobre el terreno de juego, el astro argentino fue un líder único que desprendió carisma dentro y fuera del terreno de juego. Sus cánticos de «Argentina, Argentina» en el vestuario de la selección son historia de la humanidad… y de Argentina.
Porque Diego Maradona fue algo más que un futbolista. Fue el mejor de todos los tiempos y su mayor punto de eclosión fue el Mundial de México 86. Su partido ante Inglaterra es historia de la humanidad por el contexto y por lo que representó una el pase de ronda en el campeonato del mundo. Después de la Guerra de las Malvinas, y tras la muerte de 650 argentinos (reconocidos de forma oficial), el ya eterno ’10’ se vengó de los ingleses con un gol ilegal con la mano (para mayor regocijo de la albiceleste) y por un gol que está considerado como uno de los mejores (por no decir el mejor) de la historia del fútbol. El genio del fútbol mundial arrancó por la derecha a la altura del centro del campo y coló el balón en la red después de una jugada épica que este miércoles 25 de noviembre adquiere más relevancia si cabe.
Gracias a este tanto, Diego Maradona alcanzó la categoría de mito, leyenda y Dios para el pueblo argentino. Un pueblo que hoy llora al mejor futbolista de todos los tiempos que falleció a causa de un fallo respiratorio en su casa de Tigre dos semanas después de ser operado de un coágulo en la cabeza. Diego Maradona deja huérfano el mundo del fútbol, un planeta que conquistó gracias a sus dotes técnicas y un liderazgo que le hizo meterse en el corazón de todos. Sin lugar a dudas, el Mundial de México 86 fue clave en la carrera de Diego Armando Maradona. Un chico que en Villa Fiorito confesó que su sueño era ser campeón Mundial y lo acabó siendo tras una de las mayores exhibiciones que se recuerdan en el mundo del fútbol.
FRASES CÉLEBRES DE UN GRANDE DEL FUTBOL
• “Pase lo que pase y dirija quien dirija, la camiseta número 10 será siempre mía”
• “¿Cómo hice el gol? Lo hizo la mano de Dios”.
• “Esto te da vida, el fútbol te da vida”.
• “Cuando dicen que soy Dios, yo respondo que están equivocados: soy un simple jugador de futbol. Dios es Dios y yo soy Diego”.
• “Ganarle a River es como que tu mamá te venga a despertar con un beso a la mañana”.
• “Jugar sin público es jugar adentro de un cementerio”.
• “Quiero ver el sol y acostarme de noche. Antes no quería ni acostarme ni sabía lo que era una almohada”.
• “Si me muero, quiero volver a nacer y quiero ser futbolista. Y quiero volver a ser Diego Armando Maradona. Soy un jugador que le ha dado alegría a la gente y con eso me basta y me sobra”.
• El futbol es el deporte más sano yo me equivoqué y lo pagué, pero La pelota no se mancha.
FECHAS CLAVES EN LA VIDA DE MARADONA
MADRID —
Diego Armando Maradona, astro del fútbol mundial, falleció este miércoles en su residencia de la provincia de Buenos Aires. Estas son algunas de las fechas clave en su vida:
30 de octubre de 1960: Nace en Villa Fiorito, un barrio periférico de Buenos Aires.
1976: Debuta en el fútbol profesional con Argentinos Juniors.
1977: Convocado por primera vez con la selección absoluta.
1979: Campeón del Mundial Juvenil con la selección argentina.
1981: Ficha por el Boca Juniors, que se proclama campeón de Liga.
1982-1984: Juega en el FC Barcelona.
1984-1991: Juega en el Nápoles.
1986: Campeón del Mundo con la selección argentina y premio al mejor futbolista del mundo de la FIFA.
1990: Subcampeón del Mundo en Italia.
1991: Sanción de 15 meses de inhabilitación por dopaje.
1992-1993: Juega en el Sevilla.
1993-1994: Juega en Newell´s Old Boys.
1994: Da positivo en el Mundial de EEUU y sanción de 15 meses.
1995-1997: Regresa a Boca Juniors y acaba retirándose tras el tercer positivo.
2000: Inicia en Cuba un tratamiento de rehabilitación de su adicción a las drogas.
2005: Se somete a una reducción de estómago.
2007: Ingresado en varios centros médicos de Buenos Aires.
2008-2010: Seleccionador de Argentina.
2011-2012: Entrenador del Al Wasl (Emiratos Árabes Unidos).
2017-2018: Dirige al Al-Fujairah.
2018-2019: Entrenador del Dorados de Sinaloa mexicano (Segunda División).
2019: Ficha por el Gimnasia y Esgrima La Plata, hasta diciembre de 2021.
2020: Intervenido por un hematoma subdural en la cabeza.

POEMA DE MARIO BENEDETI A MARADONA
‘Hoy tu tiempo es real’ de Mario Benedetti (2008)
Hoy tu tiempo es real, nadie lo inventa
Y aunque otros olviden tus festejos
Las noches sin amos quedaron lejos
Y lejos el pesar que desalienta.
Tu edad de otras edades se alimenta
No importa lo que digan los espejos
Tus ojos todavía no están viejos
Y miran, sin mirar, más de la cuenta.
Tu esperanza ya sabe su tamaño
Y por eso no habrá quien la destruya
Ya no te sentirás solo ni extraño.
Vida tuya tendrás y muerte tuya
Ha pasado otro año, y otro año
Les has ganado a tus sombras, aleluya.

UNA LEYENDA EN NÁPOLES
Otra de las hazañas que definen el talante casi mitológico de Maradona ocurrió entre 1984 y 1990, los años que estuvo en el Nápoles, un equipo relativamente chico hasta entonces que, dice la leyenda, representaba a los italianos “pobres” y “negros” del sur en su histórica rivalidad con los italianos “ricos” y “blancos” del norte.
En papel de mesías, con cuatro títulos italianos y diversos partidos ganados entre tensión política a equipos de Milán y Turín, Maradona le dio a Nápoles la gloria que el sur no había conseguido en lo político, lo militar y lo económico tras 150 años de disputa.
DEFECTOS Y VIRTUDES DE UN SER HUMANO
Con ese antecedente, la selección argentina que lideraba Maradona llegó en 1990 a la final del Mundial de Italia, que se jugaba en Milán. El partido, precedido de provocadoras declaraciones de las partes, empezó con una sarta de insultos del capitán al público milanés durante los himnos y terminó con una victoria para Alemania en lo que él consideró un “fraude orquestado”.
La relación entre Maradona y Castro empezó en 1986, pero se afianzó luego de su retiro gracias al apoyo del líder cubano en su rehabilitación contra las drogas. Cuba fue, casi siempre, su hospital de confianza.
Fue en esa época que Maradona, afligido por lesiones y batallas legales con clubes y exparejas, reveló su otro talante. Su reacción a las críticas se hizo agresiva, retadora, parte de una supuesta conspiración en su contra. Su vida privada se volvió tema recurrente de los medios sensacionalistas. Y su rutina, un drama.
Sus hijos fuera del matrimonio, su adicción a las drogas, su salida del Mundial de 1994 por doping, sus peleas con sus hijas Dalma y Gianinna, su supuesto vínculo con la mafia napolitana, su peso, su tatuaje del “Che” Guevara, su amistad con Nicolás Maduro y Fidel Castro, su apoyo a Cristina Kirchner, su militancia peronista, sus cirugías plásticas y su estado de salud fueron, entre otras cosas, los elementos que moldearon la figura pública de Maradona tras su retiro de las canchas.
Como la mayoría de los símbolos de la nación argentina, el valor histórico de Diego Armando Maradona es, hasta hoy, objeto de un riguroso escrutinio público que alcanza meticulosos niveles de detalle y no permite grises, sino amores y odios.
El mundo se puede separar entre quienes vieron al Maradona de la cancha y los que no, ceñidos al protagonismo de sus escándalos. Siempre será para unos Dios y para otros, diablo. Cualquier opinión puede convenir que hablamos de algo más que el futbolista más grande de la historia.

Contenidos en tu correoSuscribete a nuestro boletín

Mantente informado de las ultimas noticias con nuestro boletin. Déjanos tu correo.