Organizaciones comunales empoderadas, el camino hacia una gestión eficiente del agua

Por Sandra Armas
Acarrear horas y horas el agua desde algún manantial cercano a la comunidad aún es una tarea diaria que realizan los pobladores de la zona rural de Cajamarca, porque carecen del servicio de agua potable y alcantarillado domiciliario. En el Perú hay cerca de 3,4 millones de personas que no tienen acceso al agua potable y 8 millones, a los servicios de saneamiento; de acuerdo al informe publicado por el proyecto Forest Trends en su portal digital, en marzo de este año. Ante este grave problema social, las Juntas Administradoras de Servicios de Saneamiento (JASS) formalizadas se convierten en una gran alternativa de solución porque gestionan ante los órganos de gobierno pertinentes la infraestructura hidráulica, protegen las fuentes de agua, promueven la capacitación para la operación y mantenimiento de los sistemas de agua potable y la promoción de conductas de cuidado y uso eficiente del agua en la zona rural.
Desde 1962 estas organizaciones comunales son las encargadas de brindar el servicio de agua y saneamiento en la comunidad; con el tiempo ha habido modificaciones en sus roles y funciones, pero ellas continúan siendo referente de esta gestión. ¿Cuánto se ha avanzado en el fortalecimiento de estas organizaciones?
De acuerdo al Plan Nacional de Saneamiento 2017-2021, del Ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, aprobado por el Decreto Supremo N°018-2017-VIVIENDA, se establece alcanzar, el 100% de cobertura de agua potable en el área rural en el año 2030. Pero, no se trata solo de proveer infraestructura hídrica, sino de fortalecer liderazgos y a las organizaciones comunales, pues la gestión del agua es clave para la buena salud, la productividad y la educación de una población. Las Juntas Administradoras de Servicios de Saneamiento (JASS) cumplen un rol fundamental en el desarrollo sostenible de la comunidad.
EL LARGO CAMINO DE CONTAR CON AGUA PARA CONSUMO HUMANO EN EL CAMPO
“La obra se inauguró el 22 de diciembre de 1997, no sabe la alegría que fue para nosotros contar con el sistema de agua potable en nuestra comunidad. Desde que llegaron los materiales y más aún cuando llegaron las primeras tuberías. ¡Ay! ¡Qué contentos nos pusimos todos, fue como un sueño hecho realidad!”, expresa emocionado y con cierta nostalgia en su rostro, don Marcial Valencia, presidente de la JASS de Tres Molinos, un centro poblado ubicado en el distrito de Los Baños del Inca, en el departamento de Cajamarca.
Lograr esta obra ha sido difícil, trámites, incertidumbre y frustraciones, como aquella en 1995 cuando don Marcial se enteró que el proyecto que pensaba presentar a Foncodes ya no se podía realizar. “No es justo, cómo puede ser posible que nuestro Centro Poblado, que también es un lugar turístico, no cuente con agua para consumo humano. Quise irme hasta Lima para gestionar nuestra agua”, menciona, mientras va revisando el primer Libro de Actas de su JASS, documento que evidencia la meta alcanzada y aunque sea una reliquia es muy valioso para él y su comunidad, porque significa el inicio de una etapa que cambió para bien la vida de muchos pobladores. Por ello, el acceso al agua es considerado un derecho humano, porque contribuye a eliminar la pobreza y elevar la calidad de vida de los seres humanos.
Para don Marcial, presidente de la Junta en dos períodos por 18 años, ha sido un arduo trabajo y una constante coordinación, ya sea con los ingenieros de Aprisabac (Convenio Multilateral Perú – Holanda – Suiza), una ONG que se orientó a la ejecución de proyectos de agua y saneamiento en Cajamarca; o con los representantes la institución que los capacitó en la administración, operación y mantenimiento de su Sistema de Agua Potable (SAP) y en el uso responsable del agua; o con los representantes del Área Técnica Municipal, del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento; o los especialistas de la Asociación Los Andes de Cajamarca, quienes los han orientado para que su JASS, actualmente ya se encuentre formalizada y gestionando acciones de mejora.
“He tocado muchas puertas” menciona, para conseguir que este sueño se realice. “Antes esperábamos el agua que venía del canal, llegaba con palos, piedras; la colábamos y la utilizábamos para tomar, hacer la limpieza y asearnos…”. El camino recorrido por Marcial ha sido largo y tedioso, su capacidad de gestión, liderazgo y el apoyo de ONGs y de los vecinos, ha logrado que su comunidad cuente con este recurso y lo valore.
LIDERAZGO PARA UNA BUENA GESTIÓN Y CUIDADO DEL AGUA
Los 204 asociados de esta organización comunal tienen agua en sus hogares las 24 horas, lo que permite una mejor alimentación, aseo personal y mantenimiento de su vivienda. Disfrutan de este líquido elemento, al que probablemente, miles de personas en Cajamarca no pueden hacerlo.
Para que organizaciones como las JASS lideren la gestión eficiente del agua en la zona rural es necesaria la atención constante del gobierno, a través del acompañamiento y asistencia técnica. Enfocar el desarrollo de capacidades no solo en la operación y mantenimiento de su infraestructura de agua y saneamiento sino también en la promoción de la participación ciudadana y de la cultura del agua. Actualmente, desde el Ministerio de Vivienda Construcción y Saneamiento, así como de las Áreas Técnicas Municipales, se brinda mayor acompañamiento y asistencia técnica a las organizaciones comunales, pero todavía no es suficiente, falta presupuesto y personal para atender a todos con la prioridad que se requiere.
CUIDADO Y USO EFICIENTE DEL AGUA, LA RESPONSABILIDAD DE TODOS
Muy bien lo dice don Marcial: “Hay mucha gente que no cuida su agua, la usa para regar sus jardines, lavar sus carros o las motos, las frazadas o la deja correr por descuido”. Frente a ello, desea implementar una nueva modalidad de pago a los asociados de la JASS, un método justo y solidario donde cada familia pague lo que consuma, y pensando en ahorrar, para que las futuras generaciones, puedan contar con este recurso sin ningún problema, como lo hace él y sus vecinos.
Tres Molinos tiene una JASS modelo, cuya gestión eficiente ha permitido que por más de 20 años la población tenga acceso al agua segura y oportuna, el reto es que las nuevas generaciones hereden el ímpetu, compromiso y constancia de don Marcial y la comunidad actual para garantizar en el futuro este valioso recurso.
Es vital que las JASS sigan recibiendo la atención, presupuesto y respaldo de las instituciones públicas y privadas para su crecimiento y empoderamiento.
Realizado como parte del Curso- taller virtual “Periodismo ambiental y conciencia ecológica en torno al agua, organizado por la Asociación de Comunicadores Sociales Calandria y la Cooperación Suiza en Perú y los Andes”