La familia Correa vivió un amargo momento cuando fueron a visitar a uno de los hermanos que hace tres meses había sido sepultado en el cementerio de Silacat, en el distrito de Namora, al llegar hallaron que sobre el reciente entierro de su familiar habían construido un nicho de concreto dos pisos.
En su indignación los familiares cavaron debajo del nicho de concreto y hallaron el cajón fúnebre, las cruces estaban tiradas a un costado. Ante tal situación reclamaron al encargado del cementerio quien sólo atinó a decir que debajo del nicho no había nada y desconocía que la construcción había sido hecha sobre otro entierro.
Tras los acalorados reclamos de la familia, el responsable del cementerio optó por dar a la familia un metro de terreno al costado del nicho recientemente construido, mientras que el propietario del nicho se comprometió a pagar a cuatro trabajadores particulares para reubicar el cajón. (El Informante)
Construyeron un nicho de dos pisos sobre una sepultura
