La historia del asesinado del joven padre de familia Alex Alcántara Cabanillas de 30 años, se estaría por resolver. El viernes 12 personal policial de Homicidios-Divincri capturó a una mujer implicada en la desaparición y asesinato de Alex Alcántara Cabanillas, quien fue encontrado muerto en el sector de Calispuquio.
Como se recuerda el joven padre de familia de 30 años fue encontrado sin vida luego de denunciar sus familiares la desaparición el 29 de octubre. El hombre que tenía 4 días de desaparecido fue encontrado el 1 de noviembre en el sector de Calispuquio – Cajamarca. Él fue asesinado de 10 machetazos en distintas partes de su cuerpo, según la necropsia de ley.
El occiso presenta cortes en la espalda, en la cabeza, el pecho, el rostro y en la frente, tras los primeros exámenes de medicina legal. En el lugar de los hechos se pudo encontrar su dinero (900 soles) y su celular, por lo que se descartó el móvil del robo. El parte policial da cuenta que a unos cuantos metros también se encontró el mototaxi en la cual laboraba, dando fuerza a la hipótesis de homicidio.
Tras varios días de investigación y seguimiento a los presuntos involucrados, personal policial intervino a Noemí González Alvarado de 23 años. La intervención se ejecutó el viernes 12 de noviembre, en horas de la tarde al promediar las 03:30 pm en la Av. San Martín cuadra 5. Ella se encontraba almorzando con unos amigos.
Minutos después la policía allanó su vivienda para buscar el arma homicida (Machete), el cual fue encontrado en este inmueble siendo trasladado en una caja hasta las oficinas de la Divincri, trascendió que también recabaron algunas pruebas más que permitan esclarecer este caso.
LA DEFENSA DE LA MUJER
La detenida habría asesinado a su expareja, ya que Alex Alcántara Cabanillas la estaba presionando hace varios días con tener intimidad, si ella no accedía él publicaría videos íntimos de ella teniendo relaciones sexuales con él. Las investigaciones continúan con la finalidad de determinar si actuó sola o habría participado alguien más, ya que el occiso no pudo defenderse, según los rastros recogidos en el lugar del crimen.