Un grupo de mujeres cajamarquinas integrantes del colectivo Inti Warmi, que en quechua significa “Mujer Sol”, escenificaron en la Plaza de Armas de la ciudad la performance “El cuerpo vulnerado”, en la que se mostraron representando a las mujeres víctimas de violencia de género. Con moretones, heridas sangrantes y parches en distintas partes del cuerpo mostraron carteles pidiendo ayuda. Por momentos “cayeron” al suelo escenificando la muerte de las víctimas de feminicidio.
El objetivo de la performance era ver la reacción de población frente a una emergencia por el que pasan las mujeres, sin embargo, lo que las integrantes de este colectivo notaron es que no existe solidaridad. “La gente ha visto que estamos pidiendo ayuda y hasta nos hemos desmayado, pero todos pasan sin darnos mayor importancia” contó Glendy Ramos, presidenta del colectivo.
Para Glendy Ramos, esa indiferencia se replica en las autoridades, ya que siempre se viene pidiendo normas, leyes, mayor atención a la vulnerabilidad por la que pasan las mujeres y no hay ninguna respuesta de las autoridades, al grado que la violencia contra las mujeres en Cajamarca es cada vez más recurrente, al extremo de llegar a feminicidios como el de Mirley, que fue brutalmente asesinada por su expareja.
Ramos Tello cuestionó duramente a las autoridades del sistema de justicia, quienes en el caso de Mirley “no hicieron nada por evitar su muerte” señalando que “no puede ser posible que nuestra hermana haya denunciado cuatro veces a su agresor, haya tenido medidas de protección, pero nadie le dijo que estas habían vencido” declaró.
“Son las propias autoridades las que nos están matando” afirmó.
Finalmente, el colectivo Inti Warmi, expresó que las normas actuales benefician al agresor, ya que muchos de ellos pese a las evidencias son liberados o permanecen impunes haciendo daño. “Para ellos es suficiente con tener un buen abogado” concluyó.