En nuestra edición anterior hicimos pública la denuncia de un grupo de beneficiarios del programa del Vaso de Leche en el distrito de Unión Agua Blanca, de la provincia de San Miguel, quienes llevan cinco meses de no recibir los productos de este programa, pese a que la municipalidad ha recibido las transferencias para ello, se trata den una irregularidad muy grave, porque le están negando una ayuda para sacar a miles de niños de la desnutrición y la anemia, considerando que Cajamarca es una de las regiones donde este problema de salud es crónico.
El alcalde puso de pretexto que las lluvias y los huaicos no le permitieron llevar los alimentos a los niños, niñas, infantes y madres gestantes. Haciéndonos creer que llevan desde el 1 de enero aislados.
Pero no todo terminó ahí. A penas se hizo pública la denuncia, empezaron a llamarnos de distintos distritos de la región, inclusive de Cajamarca mismo, acusando que ellos también tienen ese serio problema. Lo que hemos destapado es muy grave, incluso podría costar la vacancia de las malas autoridades, porque estarían cometiendo el delito de exposición de personas al peligro.
Incluso nos llegaron denuncias que comedores populares que han sido abandonados y que hoy no reciben las raciones de alimentos que les corresponden.
El Vaso de Leche, es uno de los instrumentos sociales más importantes, del país, según estudios se trata del programa con mayor cobertura a nivel nacional, quizá por su antigüedad y porque está institucionalizado como parte de las obligaciones municipales. En los lugares más recónditos, hay un alcalde obligado a llegar con los alimentos.
A la falta de distribución del alimento para el desayuno de escolares y gestantes, es preciso sumar datos de una investigación hecha el año 2022, por parte de la Contraloría General de la República, en el que se señala que el 53% de los beneficiarios de este programa social en todo el Perú, no están dentro de los rangos de pobreza, mientras que un importante grueso de personas en extrema pobreza no reciben el beneficio alimentario.
El otro tema es la calidad de insumos que se usan para dotar a los comités de los productos a recibir, resulta increíble, que en distritos de la provincia San Miguel, una de las productoras más importantes de ganado lechero, tengan que estar entregando tarros de leche evaporada y avena, cuando existe la posibilidad de firmar trato con los ganaderos de la localidad para que sean ellos quienes provean de leche fresca al programa. En San Miguel tenemos herreros con cuchillo de palo.
Lo más curioso es que estas irregularidades se denuncian en los distritos de la provincia de San Miguel, tierra natal del exalcalde de Lima, Alfonso Barrantes Lingán, quien fundó el programa para luchar contra la desnutrición en los estudiantes de Lima el año 1983, siendo reconocido como un programa modelo que luego se universalizó, y que sus recursos son intocables, por el importante efecto que tienen.
La pregunta que hoy nos hacemos es. ¿La Contraloría ya recabó la información de cuántas municipalidades están cumpliendo con esta responsabilidad? ¿las fiscalías de prevención del delito están cumpliendo su tarea? Y es que esto no está pasando sólo en los distritos de San Miguel, sino en muchos otros a donde, pareciera que los alcaldes prefieren usar los recursos en otras cosas y no en salvar el futuro de los niños, desde que están en el vientre materno.
El director.